Inconexión reversa

La penumbra se abalanza sobre mi,
ya no quiero coronas de poder ni cetros de podredumbre,
tan solo deseo huir de este calabozo que hace que ladre rabioso

Escucho los suspiros de la natura. Me grita para que despierte y deje de pensar en el decrépito búho que me corta la respiración, me grita enmudecida desde la calma más profunda de la noche retorcida y desgarrada.

Mientras, lentamente se acerca cojeando la luna por el camino de las estrellas, perdida por su propio ego neurótico. Disfrazada de sol se acerca sigilosamente, esperando al invierno para asestar una puñalada traicionera.

Las campanas resuenan desde el volcán. El fuego destructor estallará sin tener piedad, no tendrá miramiento ninguno. Pero primero debe escapar, pues teme en secreto a la solitaria nube que se acerca.

Corro y no es por miedo,
corro y no es por amor,
corro porque es lo que tengo que hacer, sin saber muy bien el porqué, pero lo hago.

Me disfrazaré de cuervo y volaré,
volaré hacia el trueno pasado, encerrado en la fortaleza sostenida por la voluntad de engaño.

Adiós le digo a mi alma, corrupta y desdeñada
Adiós a lo conocido que enterró el paraíso en una cuneta
Adiós te digo por fin.

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